Vísperas del día:
28/06/2015
28 de junio de 2015, sábado. Víspera de San Pedro y San Pablo, Apóstoles. (Solemnidad).
Oración de la tarde (vísperas I)
Oraciones del día descargables en PDF aquí.
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.
HIMNO
La eterna luz que alumbra el santo triunfo
de estos dos Príncipes de los apóstoles
es la misma que muestra en este día
el rumbo de los astros a los hombres.
Hoy llegan a la gloria estos benditos
Padres de Roma y jueces de los pueblos;
el Maestro del mundo, por la espada,
y, por la cruz, el celestial Portero.
Dichosa tú, que fuiste consagrada,
oh Roma, con la sangre de estos Príncipes,
y que, vestida con tan regia púrpura,
excedes en nobleza a cuanto existe.
Honra, poder y sempiterna gloria
sean al Padre, al Hijo y al Espíritu,
que en unidad gobiernan toda cosa,
por infinitos e infinitos siglos. Amén.
Antífona 1: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.» «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás».
SALMO 116: Invitación universal a la alabanza divina
Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos.
Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre.
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona 1: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.» «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás».
Antífona 2: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.
SALMO 147: Acción de gracias por la restauración de Jerusalén
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de tí;
ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
El envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza;
Hace caer como el hielo como migajas
y con el frío congela las aguas;
envía una orden, y se derriten;
sopla su aliento, y corren.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona 2: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.
Antífona 3: Tú eres un instrumento elegido, apóstol san Pablo, anunciador de la verdad por el mundo entero.
CÁNTICO
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas
del cielo y de la tierra.
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona 3: Tú eres un instrumento elegido, apóstol san Pablo, anunciador de la verdad por el mundo entero.
LECTURA BREVE: (Rm 1, 1-2.7)
Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para anunciar el Evangelio de Dios. Este Evangelio, prometido ya por sus profetas en las Escrituras santas, se refiere a su Hijo. A todos los de Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a formar parte de los santos, os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
RESPONSORIO BREVE:
V. Los apóstoles anunciaban la palabra de Dios con valentía.
R. Los apóstoles anunciaban la palabra de Dios con valentía.
V. Y daban testimonio de la resurrección de Jesucristo.
R. Con valentía.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Los apóstoles anunciaban la palabra de Dios con valentía.
Antífona Magnificat: Estos gloriosos apóstoles, que se amaron tanto en la vida, tampoco se separaron en la muerte.
MAGNIFICAT:
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el todo poderoso ha hecho obras grandes en mí,
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona Magnificat: Estos gloriosos apóstoles, que se amaron tanto en la vida, tampoco se separaron en la muerte.
PRECES
Llenos de alegría, invoquemos confiadamente a Cristo, que edificó su Iglesia sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y digámosle:
Señor, ven en ayuda de tu pueblo.
Tú que llamaste a Simón, que era pescador, para hacerlo pescador de hombres,
—continúa eligiendo obreros que trabajen en la salvación del mundo.
Tú que increpaste a la tempestad marítima para que no se hundiera la barca de los discípulos,
—protege de toda perturbación a tu Iglesia y fortalece al sucesor de Pedro.
Tú que, después de resucitado, reuniste a tu grey dispersa en torno a Pedro,
—congrega, buen Pastor, a todo tu pueblo, para que forme un solo rebaño.
Tú que enviaste al apóstol Pablo a evangelizar a los gentiles,
—haz que el mensaje de salvación sea proclamado a toda la creación.
Tú que confiaste a tu Iglesia las llaves del reino de los cielos,
— abre las puertas del cielo a todos los que, cuando vivían, confiaron en tu misericordia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
PADRE NUESTRO
ORACIÓN:
Señor, Dios nuestro, tú que entregaste a la Iglesia las primicias de tu obra de salvación, mediante el ministerio apostólico de san Pedro y san Pablo, concédenos, por su intercesión y sus méritos, los auxilios necesarios para nuestra salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
28 de junio de 2015, sábado. Víspera de San Pedro y San Pablo, Apóstoles. (Solemnidad).
Oración de la tarde (vísperas I)
Oraciones del día descargables en PDF aquí.
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.
HIMNO
La eterna luz que alumbra el santo triunfo
de estos dos Príncipes de los apóstoles
es la misma que muestra en este día
el rumbo de los astros a los hombres.
Hoy llegan a la gloria estos benditos
Padres de Roma y jueces de los pueblos;
el Maestro del mundo, por la espada,
y, por la cruz, el celestial Portero.
Dichosa tú, que fuiste consagrada,
oh Roma, con la sangre de estos Príncipes,
y que, vestida con tan regia púrpura,
excedes en nobleza a cuanto existe.
Honra, poder y sempiterna gloria
sean al Padre, al Hijo y al Espíritu,
que en unidad gobiernan toda cosa,
por infinitos e infinitos siglos. Amén.
Antífona 1: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.» «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás».
SALMO 116: Invitación universal a la alabanza divina
Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos.
Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre.
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona 1: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.» «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás».
Antífona 2: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.
SALMO 147: Acción de gracias por la restauración de Jerusalén
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de tí;
ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
El envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza;
Hace caer como el hielo como migajas
y con el frío congela las aguas;
envía una orden, y se derriten;
sopla su aliento, y corren.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona 2: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.
Antífona 3: Tú eres un instrumento elegido, apóstol san Pablo, anunciador de la verdad por el mundo entero.
CÁNTICO
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas
del cielo y de la tierra.
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona 3: Tú eres un instrumento elegido, apóstol san Pablo, anunciador de la verdad por el mundo entero.
LECTURA BREVE: (Rm 1, 1-2.7)
Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para anunciar el Evangelio de Dios. Este Evangelio, prometido ya por sus profetas en las Escrituras santas, se refiere a su Hijo. A todos los de Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a formar parte de los santos, os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
RESPONSORIO BREVE:
V. Los apóstoles anunciaban la palabra de Dios con valentía.
R. Los apóstoles anunciaban la palabra de Dios con valentía.
V. Y daban testimonio de la resurrección de Jesucristo.
R. Con valentía.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Los apóstoles anunciaban la palabra de Dios con valentía.
Antífona Magnificat: Estos gloriosos apóstoles, que se amaron tanto en la vida, tampoco se separaron en la muerte.
MAGNIFICAT:
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el todo poderoso ha hecho obras grandes en mí,
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona Magnificat: Estos gloriosos apóstoles, que se amaron tanto en la vida, tampoco se separaron en la muerte.
PRECES
Llenos de alegría, invoquemos confiadamente a Cristo, que edificó su Iglesia sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y digámosle:
Señor, ven en ayuda de tu pueblo.
Tú que llamaste a Simón, que era pescador, para hacerlo pescador de hombres,
—continúa eligiendo obreros que trabajen en la salvación del mundo.
Tú que increpaste a la tempestad marítima para que no se hundiera la barca de los discípulos,
—protege de toda perturbación a tu Iglesia y fortalece al sucesor de Pedro.
Tú que, después de resucitado, reuniste a tu grey dispersa en torno a Pedro,
—congrega, buen Pastor, a todo tu pueblo, para que forme un solo rebaño.
Tú que enviaste al apóstol Pablo a evangelizar a los gentiles,
—haz que el mensaje de salvación sea proclamado a toda la creación.
Tú que confiaste a tu Iglesia las llaves del reino de los cielos,
— abre las puertas del cielo a todos los que, cuando vivían, confiaron en tu misericordia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
PADRE NUESTRO
ORACIÓN:
Señor, Dios nuestro, tú que entregaste a la Iglesia las primicias de tu obra de salvación, mediante el ministerio apostólico de san Pedro y san Pablo, concédenos, por su intercesión y sus méritos, los auxilios necesarios para nuestra salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
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