Día quinto: Novena a la Virgen del Carmen
Sábado, 11 Julio, 2015
María, Señora de la ofrenda
En escucha de la Palabra: La presentación en el templo (Lc 2, 22-32)
Cuando se cumplieron los días en que
debían purificarse, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén
para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo
varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio
un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley
del Señor.
Vivía entonces en Jerusalén un hombre
llamado Simeón. Era un hombre justo y piadoso, y esperaba la consolación
de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo le había revelado que
no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por
el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño
Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos
y bendijo a Dios diciendo: "Ahora, Señor, puedes, según tu palabra,
dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu
salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz
para iluminar a las gentes y gloria de tu pueblo Israel."
Reflexión: Probemos a
ser espectadores de este episodio: María, José y Jesús, una familia, que
se dirige al templo para ofrecer el niño al Señor. Si queremos
traducirlo en términos de nuestra cultura es algo como cuando la familia
se prepara para llevar el niño al bautizo. Nos habrá sucedido muchas
veces el tener que asistir a esta fiesta. Tratemos, sin embargo, de
escudriñar el corazón de la Madre: ella ofrece a Dios con todo el
corazón el Niño que ha nacido de Ella. ¿Somos capaces de imitarla en
nuestra vida de cada día?
Oración: Hija de Sión, Señora de la ofrenda, purifica nuestro corazón para que pueda pertenecer por completo a Jesús.
Hija de Sión, Señora de la ofrenda, libera nuestros corazones, para que sin miedo puedan ser sólo de Su propiedad.
Hija de Sión, Madre tierna, haz nuestro corazón semejante al tuyo.
Me comprometo a
despojarme de algo a lo que estoy muy ligado para donarlo a la persona
que me es particularmente antipática, con el fin de imitar a la Madre
del Señor que ha ofrecido su Hijo con corazón puro.
Flor del Carmelo
Viña florida
Esplendor del cielo
Virgen fecunda singular.
Viña florida
Esplendor del cielo
Virgen fecunda singular.
Madre tierna
Intacta de hombre
A los carmelitas
Proteja tu nombre
¡Estrella del mar!
Intacta de hombre
A los carmelitas
Proteja tu nombre
¡Estrella del mar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario