miércoles, 16 de julio de 2025

LECTURAS Y MEDITACIÓN DEL DÍA

 



Primera lectura

Lectura del libro del Éxodo 3,1-6.9-12

En aquellos días, Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de Madián. Llevó el rebaño trashumando por el desierto hasta llegar a Horeb, la montaña de Dios.

El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin consumirse.

Moisés se dijo:
«Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a ver por qué no se quema la zarza».

Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza:
«Moisés, Moisés».

Respondió él:
«Aquí estoy».

Dijo Dios:
«No te acerques; quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado».

Y añadió:
«Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob».

Moisés se tapó la cara, porque temía ver a Dios.

El Señor le dijo:
«El clamor de los israelitas ha llegado a mí, y he visto cómo los tiranizan los egipcios. Y ahora marcha, te envió al faraón para que saques a mi pueblo, a los hijos de Israel».

Moisés replicó a Dios:
«¿Quién soy yo para acudir al faraón o para sacar a los hijos de Israel de Egipto?».

Respondió Dios:
«Yo estoy contigo; y esta es la señal de que yo te envió: cuando saques al pueblo de Egipto, daréis culto a Dios en esta montaña».

Salmo de hoy

Salmo 102,1-2.3-4.6-7 R/. El Señor es compasivo y misericordioso

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R/.

Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura. R/.

El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel. R/.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 11,25-27

En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. Si, Padre, así te ha parecido bien.

Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».

Evangelio de hoy en audio

Reflexión del Evangelio de hoy

"El sitio que pisas es terreno sagrado"

Hoy celebramos a la Reina del Monte Carmelo y, en la primera lectura del Libro del Éxodo, nos encontramos con otro monte sagrado: el Monte Horeb, la montaña de Dios. Allí tuvo lugar el encuentro de Moisés con el Señor que se nos relata en el episodio de la «zarza ardiente». Una maravillosa visión de la divinidad que hizo saber al profeta legislador que había entrado en terreno sagrado, recomponiendo su actitud.

La oración contemplativa nos sitúa en la presencia de Dios descalzos, indigentes. No hace falta que le recordemos al Señor con nuestra plegaria, nuestra necesidad. Él es conocedor del sufrimiento que nos provoca nuestra separación, nuestro alejamiento del amor, la pérdida de nuestra libertad.

La oración nos vacía, nos descalza, nos sitúa en el espacio sagrado de nuestra interioridad en la que se manifiesta una fuerza desconocida, un fuego no destructivo que supera nuestra razón. Es el fuego del Espíritu Santo que nos envía hasta donde nuestro juicio no hubiese imaginado ni nuestra voluntad consentido.

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.

"Todo me ha sido entregado"

Qué regalo maravilloso nos trae el Evangelio. Si pudiéramos recibirlo siempre así: asombrados por su novedad desconcertante, dejándonos transformar por ella, dejándonos fluir como niños que confían en que nada malo puede sucederles ante la atenta y amorosa mirada de sus padres. El evangelio de Mateo nos habla de recuperar la infancia espiritual para restablecer nuestra confianza, agradecidos por el don de la vida, despreocupados, porque el Señor está con nosotros.

Decía la gran María Montessori que el niño es el modelo humano por excelencia cuyo hacer es juego, juego a través del cual se despliega y manifiesta la fuerza y la belleza de la vida. Así tendría que ser nuestra actividad en el mundo.

Los niños saben que no están solos, que están cuidados, por eso juegan. Como acabamos de meditar en la primera lectura, el Señor le dijo a Moisés: Yo estoy contigo (Ex 3,12) y lo envió. Jesús se lo repitió a los discípulos antes de su partida: No os dejaré solos (Jn 14,18), dándoles a conocer la promesa del Padre.

Jesús, en el Evangelio de hoy, da gracias al Padre por el conocimiento que ha entregado a los más pequeños. Nosotros, podemos contemplar en la alegría del juego de los niños, la más sincera expresión de gratitud.

Que la Madre del Monte Carmelo interceda por nosotros, para que podamos vivir con esa santa ligereza.

SANTOS DEL DÍA

 

Santoral

Nuestra Señora del Carmen
Advocación Mariana, 16 de julio ...

martes, 15 de julio de 2025

LECTURAS Y MEDITACIÓN DEL DÍA

 



Primera lectura

Lectura del libro del Éxodo 2,1-15a:

En aquellos días, un hombre de la tribu de Leví se casó con una mujer de la misma tribu. Ella concibió y dio a luz un niño. Viendo que era hermoso, lo tuvo escondido tres meses. Pero, no pudiendo tenerlo escondido por más tiempo, tomó una cesta de mimbre, la embadurnó de barro y pez, colocó en ella a la criatura, y la depositó entre los juncos, junto a la orilla del Nilo.

Una hermana del niño observaba a distancia para ver en qué paraba todo aquello.

La hija del faraón bajó a bañarse en el Nilo, mientras sus criadas la seguían por la orilla del río. Al descubrir la cesta entre los juncos, mandó una criada a recogerla.

La abrió, miró dentro, y encontró un niño llorando.

Conmovida, comentó:
«Es un niño de los hebreos».

Entonces, la hermana del niño dijo a la hija del faraón:
«¿Quieres que vaya a buscarle una nodriza hebrea que críe al niño?».

Respondió la hija del faraón:
«Vete».

La muchacha fue y llamó a la madre del niño.

La hija del faraón le dijo:
«Llévate al niño y críamelo, y yo te pagaré».

La mujer tomó al niño y lo crió.

Cuando creció el muchacho, se lo llevó a la hija del faraón, que lo adoptó como hijo y lo llamó Moisés, diciendo: «lo he sacado del agua».

Pasaron los años. Un día, cuando Moisés ya era mayor, fue adonde estaban sus hermanos y los encontró transportando cargas. Y vio cómo un egipcio maltrataba a un hebreo, uno de sus hermanos.

Miró a un lado y a otro, y, viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo enterró en la arena.

Al día siguiente, salió y encontró a dos hebreos riñendo, y dijo al culpable:
«¿Por qué golpeas a tu compañero?».

Él le contestó:
-«¿Quién te ha nombrado jefe y juez nuestro? ¿Es que pretendes matarme como mataste al egipcio?».

Moisés se asustó y pensó:
«Seguro que saben lo ocurrido».

Cuando el faraón se enteró del hecho, buscó a Moisés para matarlo. Pero Moisés huyó del faraón y se refugió en la tierra de Madián.

Salmo de hoy

Salmo 68,3.14.30-31.33-34 R/. Los humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón

Me estoy hundiendo en un cieno profundo
y no puedo hacer pie;
he entrado en la hondura del agua,
me arrastra la corriente. R/.

Mi oración se dirige a ti,
Señor, el día de tu favor;
que me escuche tu gran bondad,
que tu fidelidad me ayude. R/.

Yo soy un pobre malherido;
Dios mío, tu salvación me levante.
Alabaré el nombre de Dios con cantos,
proclamaré su grandeza con acción de gracias. R/.

Miradlo, los humildes, y alegraos,
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos. R/.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 11,20-24

En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían convertido:
«¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza.

Pues os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.

Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo.

Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy.

Pues os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti».

Evangelio de hoy en audio

Reflexión del Evangelio de hoy

¿Cómo actúa Dios?

“Lo pequeño es hermoso” fue el título de un libro muy popular hace años. Lo escribió un economista, E.F. Schumacher. Me pareció un título sugerente porque parece destacar algo que Dios practica con frecuencia. Se vale de la “debilidad” de los pequeños para hacer obras grandes. La historia de Moisés, con todos sus vericuetos, va a ser el medio cómo Dios salva a su pueblo del poder opresor de Egipto. Curioso modo de actuar de Dios. Este niño, “salvado de las aguas”, tras una infancia feliz en la corte del faraón, un día descubre, con sorpresa, el sufrimiento de sus hermanos, los hebreos, los marginados de aquella sociedad egipcia. La atención a sus hermanos le procuró una situación difícil de afrontar, lo que le obligó a huir a otra tierra buscando seguridad. La historia sigue y Dios se valdrá de Moisés para ayudar a su pueblo a caminar hacia la libertad.

El día a día está hecho de cosas pequeñas. Desde una sonrisa a un saludo, desde un apretón de manos a llamar a las personas por su nombre. Son esas “pequeñas y hermosas” acciones que abren la puerta a una buena relación y facilitan la convivencia. ¿No será eso lo que espera Dios de nosotros, esos pequeños, pero hermosos gestos, que nos acercan a los demás y, por tanto, a Él mismo? “Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”(Mt. 25,23).

La convivencia entre nosotros cada vez es más fría, distante, artificial. Parece que el vivir rodeados de tanto medio técnico fuera enfriando la consideración hacia los demás. Hace tiempo por estas tierras se popularizó un poema de Ana María Rabbaté que invitaba a no dejar pasar el tiempo y hacer el bien para no esperar a que las personas hayan desaparecido. Repetía un estribillo curioso: “en vida, hermano, en vida”. Se puede encontrar en internet.

Moisés no esperó a que los acontecimientos favorecieran su actuación. Reaccionó de inmediato y obró como creyó que había que hacerlo. La historia se irá desarrollando y conoceremos muchas cosas de este buen Moisés a quien Dios, siendo bebé indefenso “salvó de las aguas” para que él, a su vez, salvara a su pueblo.

“Jesús se puso a increpar a las ciudades… porque no se habían convertido”

Resulta chocante la dura recriminación de Jesús a estas ciudades que bordean el lago de Tiberíades. El Maestro ha predicado el Reino de Dios en todas ellas y es donde más milagros ha llevado a cabo. Sin emargo la reticencia a aceptar su mensaje le causa dolor. De ahí su recriminación y, al mismo tiempo, colocarlas en el mismo lugar que la perversidad de ciudades más famosas por sus pecados. A Cafarnaún la pone en peor lugar; curioso cuando ella ha sido visitada por Jesús con más frecuencia. En definitiva, Jesús siente dolor porque esa actitud manifiesta su reticencia a aceptar la conversión a la que Él invita. Es, en definitiva, rechazar la salvación que Él ofrece.

Jesús y nuestra libertad

Hay una actitud de Jesús ante las personas que siempre me ha admirado. Jesús siempre ha respetado la libertad de sus oyentes. Y su mensaje es una propuesta a ejercer la libertad. Nunca ha forzado a nadie a aceptar la conversión que Él predica. Al contrario, ha manifestado que seguirlo conlleva riesgos y dificultades; por eso no edulcora su mensaje para ganar seguidores. Es realista e invita a vivir desde la exigencia. “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame” (Lc 9,23).

Esa no aceptación de su mensaje, lleva implícito el rechazo a Dios, cuya presencia se ha hecho patente en los milagros. Nada bueno viene de ese rechazo. Sin esta conversión real a la que Él invita, es difícil el cambio de las estructuras en las que el hombre se desenvuelve. No aceptar el Reino de Dios es dejar que el egoísmo pervierta las relaciones entre los humanos. El egoísmo conducirá al desamor, la explotación del otro y la opresión del débil. Es sin duda el camino más tentador y también el más deshumanizador. ¿No caminamos en esa dirección?

El mensaje de Jesús sigue llamándonos a cambiar nuestros valores si queremos que este mundo camine por otros derroteros, más humanos, mas fraternos, más solidarios, más cercanos a su propuesta y así hacer del mundo una comunidad de hermanos.

¿Qué pequeños detalles valoro en mi relación con los demás? ¿Cuál es mi aportación evangélica ante el egoísmo que se percibe en las relaciones humanas?

SANTOS DEL DÍA

 



Santoral

Buenaventura, Santo
Memoria Litúrgica, 15 de julio ...

lunes, 14 de julio de 2025

LECTURAS Y MEDITACIÓN DEL DÍA

 



Primera lectura

Lectura del libro del Éxodo 1,8-14.22

En aquellos días, surgió en Egipto un faraón nuevo que no había conocido a José, y dijo a su pueblo:
«Mirad, el pueblo de los hijos de Israel es más numeroso y fuerte que nosotros: obremos astutamente contra él, para que no se multiplique más ; no vaya a declararse una guerra y se alíe nuestros enemigos, nos ataque y después se marche del país».

Así, pues, nombraron capataces que los oprimieron con cargas, en la construcción de las ciudades granero, Pitón y Ramsés. Pero, cuanto más los oprimían, ellos crecían y se propagaban más, de modo que los egipcios sintieron aversión hacia los israelitas.

Los egipcios esclavizaron a los hijos de Israel con crueldad y les amargaron su vida con el duro trabajo del barro y de los ladrillos y con toda clase de faenas del campo; los esclavizaron con trabajos crueles.

Y el faraón ordenó a todo su pueblo:
«Cuando nazca un niño, echadlo al Nilo; si es niña, dejadla con vida».

Salmo de hoy

Salmo 123,1-3.4-6.7-8 R/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
- que lo diga Israel -,
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros. R/.

Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes.
Bendito el Señor,
que no nos entregó
en presa a sus dientes. R/.

Hemos salvado la vida, como un pájaro
de la trampa del cazador:
la trampa se rompió,
y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R/.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 10, 34-11,1

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz; no he venido a sembrar paz, sino espada. He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa.

El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mi; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mi no es digno de mi; y el que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mi. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mi, la encontrará.

El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, tendrá recompensa de justo.

El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, sólo porque es mi discípulo, en verdad os digo que no perderá su recompensa».

Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.

Evangelio de hoy en audio

Reflexión del Evangelio de hoy

Explotados, perseguidos y liberación

En la primera lectura se recogen los primeros versículos del libro de Éxodo, libro muy importante para conocimiento de la historia del pueblo escogido y también para su religión. Comienza haciendo un breve recorrido de cómo se encontraba el pueblo después de la salida de José de Egipto y del cambio de Faraón.

El pueblo había crecido mucho y por mediación de José (hijo de Jacob, vendido por sus hermanos) habían adquirido las mejores tierras, y los egipcios, por enviada y órdenes del Faraón, cambiaron las condiciones vitales para los hebreos. Nos relata las medidas de represión que tomaron contra ellos. Esclavitud, excesiva dureza en el trabajo matanza de todos los que podrían nacer. Dios interviene y narra la liberación de Moisés de la muerte. Después el libro continúa con la historia de Moisés.

Es interesante la historia y lo acontecido con Moisés, pues no sólo es una historia nacional de Israel, sino sobre todo una historia personal. Dios le escoge para liberar a su pueblo. ¿Por qué yo? Hombre lejos de Egipto, lejos de los hijos de Israel su pueblo, sin ninguna autoridad, proscrito por los egipcios. ¿Por qué yo? Un misterio divino, como también hoy sucede.

De todo esto, en el Nuevo Testamento hace alusión, no sólo en la Pascua, como la fiesta de la liberación, de la muerte, del castigo y de la esclavitud del pecado. También la huida a Egipto, algo que el pueblo de Israel tenía que haber descubierto, pero no lo comprendieron ni aceptaron. Jesús se nos presenta como el Enviado de Dios para conducir a su nuevo pueblo, al pueblo de Dios, pero no lo aceptaron.

Palabras sorprendentes, palabras de renuncia y palabras de acogida

Las palabras el Evangelio, resultan sorprendentes, por no decir raras. A nuestro lenguaje actual, y, sobre todo, en palabras de Jesús, resultan incomprensibles y dudosas que sean palabras de Jesús. A primera lectura, parece algo contradictorio, pues el príncipe de la paz, nos dice que ha venido a producir enfrentamiento y violencia, además con los más cercanos. ¿Será verdad aquel dicho, que el que más te quiere te hará llorar?

Pienso que Jesús, aquí, nos quiere invitar a poner nuestro interés, nuestra capacidad en centrarnos en su actuación y en sus palabras. Actuación y palabras que nos ayudan a descubrirle a Él, como aquel que debe centrar nuestra atención a la hora de actuar para dar sentido a la vida. Es verdad que también necesitamos la ayuda de los padres y de los hermanos y demás familiares. Lo que intenta Jesús enseñarnos es que por seguirle a Él no puede haber enfrentamiento entre los familiares. Pero si lo hay ¿Qué hacer? Y esto se está dando hoy día.

Por eso viene la invitación a no romper el amor, sino todo lo contrario, a acoger, dar, darse y darte para que ese amor se haga realidad en nuestra vida. Dios hace realidad cada día su amor hacia nosotros. Él nos ha concedido su gracia para acoger ese amor y hacerlo realidad en nuestro existir diario. Jamás puede invitar a romper ese amor que nos debemos, porque Él nos amó primero. Esta invitación a acoger ese amor como lo central de nuestra vida.

SANTOS DEL DÍA

 



Santoral

Camilo de Lelis, Santo
Memoria Litúrgica, 14 de julio ...

sábado, 12 de julio de 2025

LECTURAS Y MEDITACIÓN DEL DÍA

 



Primera lectura

Lectura del libro del Deuteronomio 30, 10-14

Moisés habló al pueblo, diciendo:

«Escucha la voz del Señor, tu Dios, observando sus preceptos y mandatos, lo que está escrito en el libro de esta ley, y vuelve al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma.

Porque este precepto que yo te mando hoy no excede tus fuerzas, ni es inalcanzable. No está en el cielo, para poder decir: “¿Quién de nosotros subirá al cielo y nos lo traerá y nos lo proclamará, para que lo cumplamos?”. Ni está más allá del mar, para poder decir: “¿Quién de nosotros cruzará el mar y nos lo traerá y nos lo proclamará, para que lo cumplamos?”.

El mandamiento está muy cerca de ti: en tu corazón y en tu boca, para que lo cumplas».

Salmo

Salmo 68, 14 y 17. 30-31. 33-34. 36ab y 37 R/. Humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.

Mi oración se dirige a ti,
Señor, el día de tu favor;
que me escuche tu gran bondad,
que tu fidelidad me ayude.
Respóndeme, Señor, con la bondad de tu gracia;
por tu gran compasión, vuélvete hacia mi. R/.

Yo soy un pobre malherido;
Dios mío, tu salvación me levante.
Alabaré el nombre de Dios con cantos,
proclamaré su grandeza con acción de gracias. R/.

Miradlo, los humildes, y alegraos;
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos. R/.

Dios salvará a Sión,
reconstruirá las ciudades de Judá.
La estirpe de sus siervos la heredará,
los que aman su nombre vivirán en ella. R/.

Segunda lectura

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 1, 15-20

Cristo Jesús es imagen del Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque en él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles. Tronos y Dominaciones, Principados y Potestades; todo fue creado por él y para él.

Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.

Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia.

Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo.

Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud.

Y por él y para él quiso reconciliar todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz.

Evangelio del día

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 10, 25-37

En aquel tiempo, se levantó un maestro de la ley y preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?».

Él le dijo:
«¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?».

El respondió:
«“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza” y con toda tu mente. Y “a tu prójimo como a ti mismo”».

Él le dijo:
«Has respondido correctamente. Haz esto y tendrás la vida».

Pero el maestro de la ley, queriendo justificarse, dijo a Jesús:
«¿Y quién es mi prójimo?».

Respondió Jesús diciendo:
«Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo.

Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba él y, al verlo, se compadeció, y acercándose, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: “Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”.

¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?».

Él dijo:
«El que practicó la misericordia con él».

Jesús le dijo:
«Anda y haz tú lo mismo».


¡Cuidemos a nuestro prójimo!

Cuidemos la salud de nuestro prójimo tanto como la nuestra, ya sea que esté sano o que se sienta agotado por la enfermedad. Porque “todos nosotros formamos un solo Cuerpo en Cristo” (Rom 12,5): ricos y pobres, esclavos u hombres libres, sanos o enfermos. Para todos hay una sola cabeza, principio de todo, Cristo. Como son los miembros del cuerpo uno para el otro, así somos cada uno de nosotros para nuestros hermanos. No hay que descuidar ni abandonar a los que caen en un estado de debilidad, que además para todos nosotros sería eventualmente posible. No quedarnos en alegrarnos por estar en buena salud, sino compadecer a nuestros hermanos por su pena. Ellos son imagen de Dios y en su fragilidad, guardan mejor que nosotros la fidelidad a esa imagen. En ellos el hombre interior ha revestido a Cristo y recibieron las “arras del Espíritu” (2 Cor 5,5). Tienen las mismas leyes, los mismos mandamientos, alianzas, asambleas, misterios, la misma esperanza. Cristo es igualmente muerto por ellos, el “que quita el pecado del mundo” (Jn 1,29). Ellos tienen parte a la vida celestial, ellos que fueron privados de muchos bienes aquí abajo. Son compañeros en los sufrimientos de Cristo, serán compañeros de Cristo en su gloria. Nuestra naturaleza humana nos da una ley: que tengamos compasión unos por otros. Enseñándonos la solidaridad en la debilidad, ella nos infunde el respeto y el amor a todos los hombres.