DÍA CUARTO
Acto de contrición
Dios mío, me
arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de lo bueno que he
dejado de hacer; porque pecando te he ofendido a ti, que eres el sumo bien y
digno de ser amado sobre todas las cosas.
Propongo firmemente, con tu
gracia, cumplir la penitencia, no volver a pecar y evitar las ocasiones de
pecado.
Perdóname, Señor, por los méritos de la Pasión de nuestro
Salvador Jesucristo. Amén.
Oración preparatoria
¡Oh
Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó
tesoros inmensos de celestiales gracias! Concedeme un corazón semejante al tuyo,
y la gracia que te pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, tu
sagrado culto y bien de mi alma. Amén.
Oración del día
¡Oh
Corazón purísimo de Jesús, espejo cristalino en quien resplandece toda la
perfección! Concededme que yo pueda contemplaros perfectamente, para que aspire
a formar mi corazón a vuestra semejanza, en la oración, en la acción y en todos
mis pensamientos, palabras y obras. Dadme la gracia de resarcir las injurias e
ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta
novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma.
Amén.
Tres Padrenuestros y Avemarías.
Oraciones
finales
Al Padre eterno. ¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de
Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de
este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo
por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente
ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a
Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os
ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo,
y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No
permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que
vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre
este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de
su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan
estar con vos eternamente. Amén.
Hacer aquí la petición que se desea
obtener con esta novena
Oración ¡Oh Corazón divinísimo de
Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón
inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas,
por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por
ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las
criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con
todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las
alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y
todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.
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