DÍA QUINTO
Acto de contrición
Dios mío, me
arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de lo bueno que he
dejado de hacer; porque pecando te he ofendido a ti, que eres el sumo bien y
digno de ser amado sobre todas las cosas.
Propongo firmemente, con tu
gracia, cumplir la penitencia, no volver a pecar y evitar las ocasiones de
pecado.
Perdóname, Señor, por los méritos de la Pasión de nuestro
Salvador Jesucristo. Amén.
Oración preparatoria
¡Oh
Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó
tesoros inmensos de celestiales gracias! Concedeme un corazón semejante al tuyo,
y la gracia que te pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, tu
sagrado culto y bien de mi alma. Amén.
Oración del día
¡Oh
Corazón dulcísimo de Jesús, órgano de la Trinidad venerada, por quien se
perfeccionan todas nuestras obras! Yo os ofrezco las mías, aunque tan
imperfectas, para que supliendo vos mi negligencia, puedan aparecer muy
perfectas y agradables ante el divino acatamiento. Dadme la gracia de resarcir
las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os
pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi
alma. Amén.
Tres Padrenuestros y
Avemarías.
Oraciones finales
Al Padre eterno. ¡Oh Padre
Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a
Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los
hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por
todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo
Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen
todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre
de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el
mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas
mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también
a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis
amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el
mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.
Hacer
aquí la petición que se desea obtener con esta novena
Oración
¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de
los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado
con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de
todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima
Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo
profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os
alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda
vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre
Santísima. Amén
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