ORACIÓN
II
Oh glorioso
San Roque, que por vuestro ardiente amor a Jesús habéis
abandonado riquezas y honores y buscasteis la humillación,
enseñadme a ser humilde ante Dios y los hombres. Alcanzadme
la gracia de apreciar en su debido valor las riquezas y los honores
de la vida para que no sean para mi lazos de eterna perdición.Os lo pido humildemente, oh glorioso San Roque, para que seamos dignos de seguiros en el camino que lleva a la salvación eterna.
Libradme de toda enfermedad corporal. Alcanzadme el favor que os pido si es para honra vuestra, gloria de Dios y salvación de mi alma. Amén.
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